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¿Quieres dormir mejor? Cuida lo que comes

La pandemia ha impulsado cambios negativos en nuestro estilo de vida como el estrés, sedentarismo y aumento en la ingesta de comidas grasas, hábitos incorporados por la mayoría y que no han sido fáciles de superar. Existen muchas recomendaciones para combatir el insomnio, sin embargo, muchas personas ignoran otro factor importante en la falta de sueño: la alimentación.

“La alimentación influye en múltiples funciones de nuestro cuerpo. No sólo nos nutre y nos da energía, sino que cuando se consume en exceso nos puede generar otros problemas de salud, como aumento de tejido adiposo en la zona del cuello, colapsando de esta forma la vía aérea y limitando el paso de oxígeno. Si esta situación no se controla a tiempo, deriva en molestos ronquidos que pueden a su vez desencadenar una apnea del sueño”, indica la Dra. Francisca Bustos, nutrióloga de Clínica Somno.

Es importante tener en cuenta, además, que al momento de dormir lo ideal es que nuestro cuerpo se concentre en esa función, y no entregarle la misión de hacer dos al mismo tiempo. Por ello para lograr una adecuada calidad de sueño se recomienda que las personas cenen una comida liviana al menos 2 o 3 horas antes de irse a dormir y eviten las bebidas energizantes y los platos picantes para evitar mezclar el proceso de la digestión con el sueño.

Hay que considerar también que hay alimentos que, si se consumen durante el día, pueden generar efectos positivos al momento de dormir: “En general se recomienda una dieta rica en fibra, es decir, rica en vegetales variados, legumbres, semillas, frutos secos y granos integrales, y baja en carnes rojas y grasas saturadas”, explica la experta. Para orientarte, la especialista de Clínica Somno entrega algunos ejemplos:

Espinaca, plátano, almendras y palta: el factor común entre ellos es la presencia de magnesio. Su principal función es equilibrar el sistema nervioso y la relajación muscular. Se puede encontrar principalmente en alimentos de origen vegetal.
Pescados, huevos, lácteos descremados, carnes blancas: todos ellos contienen el aminoácido triptófano. Éste ayuda a la secreción de melatonina, que es la conocida hormona del sueño y que nos permite conciliarlo más rápidamente.
Frutos secos y legumbres: además de tener triptófano, contienen vitamina B1 y B6, que ayudan a la relajación y descanso. No se recomienda consumir legumbres de noche por ser un alimento meteorizante. Sin embargo, comerlos durante el día ayuda de igual manera a conciliar el sueño.
¿Qué evitar?
Carnes grasas, embutidos, quesos, salsas, frituras, preparaciones abundantes, postres y golosinas, ya que causan una digestión lenta y una mayor secreción de ácido en el estómago que hace más difícil conciliar el sueño. Además, evitar el consumo de cualquier estimulante del Sistema Nervioso Central como café, té, energéticas y mate.

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por: holamujer