La menstruación se asocia a malestar por causa natural que las mujeres toleran y hasta se invisibiliza, cuando lo cierto es que la dolencia intensa no es normal y siempre tiene que alertar.
Distensión abdominal, incomodidad y dolor. Esos u otros síntomas los sienten muchas niñas y mujeres en edad reproductiva mes a mes, a veces por varios días. Es la menstruación. Y es que este periodo suele asociarse con malestares que no se pueden evitar y se deben aguantar, de lo que se habla entre pares para acompañarse o que sólo se vive en innato silencio.
Porque es un proceso biológico, es parte de la naturaleza femenina.
Así que la vida tiene que continuar.
Incluso si la dolencia es muy fuerte hay que ir a clases o trabajar, realizar labores cotidianas en lo doméstico y familiar, mantener las relaciones y actividades sociales. Aunque tal vez ayude a aliviar el acudir a beber una infusión de hierbas, poner un ‘guatero’ sobre la barriga o tomar uno de esos analgésicos infaltables en el botiquín hogareño.
¿Por qué normalizar?
Lo que muchas veces no se sabe es que ‘que te duela no es normal’. Esa consigna se eligió para conmemorar el 14 de marzo al Día Mundial de la Endometriosis 2023, instaurado para tener un contexto para concientizar la existencia e impacto de una patología que sufren muchas féminas, muchas también sin saberlo. El mensaje busca interpelar el por qué se tolera y normaliza el dolor, cuando este cumple la función fisiológica que alarma e indica que algo no está bien en el cuerpo.
Y es que el dolor menstrual es uno de los principales síntomas y señales de la endometriosis, advierte el doctor Igor Silva, médico ginecólogo obstetra formado en la Universidad de Concepción (UdeC) y especialista en Clínica Biobío, como también que ha estado invisibilizada por la naturalización del dolor, que la rodea el desconocimiento y también un alto subdiagnóstico.
Es una realidad nacional e internacional que muchas no sepan que la padecen y por eso sufren al menstruar, haciendo necesaria la efeméride para hablar de esa endometriosis que la Organización Mundial de la Salud estima que afecta a 1 cada 10 las niñas y mujeres (10%) en edad reproductiva, es decir, desde la primera menstruación a la última (menarquia y menopausia, respectivamente).
Un anormal tejido Así que, si se trata de hablar, hay que empezar por lo básico.
El endometrio es el tejido que reviste al útero y cumple funciones cruciales en la reproducción y gestación.
Este se forma durante el ciclo menstrual que dura cerca de 28 días y cuan do no hay embarazo se desintegra, causando el sangrado.
‘La endometriosis es una enfermedad que ocurre cuando el tejido endometrial se ubica fuera de la cavidad uterina’, precisa Silva.
Con esta presencia anómala se refiere a distintas partes de la anatomía femenina: ‘Lo más habitual es en la pelvis: trompas uterinas, ligamentos que sostienen el útero, vejiga y recto.
Excepcionalmente, existe la posibilidad de que la endometriosis esté en lugares fuera de la pelvis como ombligo e incluso los pulmones’.
En efecto, la endometriosis provoca una reacción inflamatoria mayor, más allá del el útero, inflama las distintas zonas en que se aloja. Ahí la presencia de dolor tan generalizado como intenso, en que el especialista sostiene que ‘el síntoma más frecuente es la dismenorrea o dolor durante la regla que puede ser leve, moderado o severo’.
En la escala del dolor, plantea que el leve es el ‘normal’ al menstruar, que no provoca inconvenientes para realizar actividades diarias. En el siguiente nivel están quienes sí necesitan medicarse con un analgésico para poder funcionar bien en el día a día y lo logran. ‘La dismenorrea severa es la mujer que, lamentablemente, una vez al mes queda incapacitada para hacer sus actividades diarias como ir al colegio, universidad o trabajo’, advierte.
Silva comenta que según el sitio que afecte la enfermedad se presentan otros dolores como de tipo urinarios, al defecar, durante o después de las relaciones sexuales (dispareunia), o dolor pélvico crónico.
Náuseas, cansancio y fatiga también pueden estar presentes en la afección ginecológica. Además, se ha relacionado con problemas a nivel del estado de ánimo y perjuicios en la salud mental. Y en algunas mujeres también se asocia con infertilidad.
Una variedad de síntomas que se pueden concebir como efectos y consecuencias que tiene la compleja endometriosis para alertar de su presencia y encauzar mejor los esfuerzos para su diagnóstico.
Porque es un proceso biológico, es parte de la naturaleza femenina.
Así que la vida tiene que continuar.
Incluso si la dolencia es muy fuerte hay que ir a clases o trabajar, realizar labores cotidianas en lo doméstico y familiar, mantener las relaciones y actividades sociales. Aunque tal vez ayude a aliviar el acudir a beber una infusión de hierbas, poner un ‘guatero’ sobre la barriga o tomar uno de esos analgésicos infaltables en el botiquín hogareño.
¿Por qué normalizar?
Lo que muchas veces no se sabe es que ‘que te duela no es normal’. Esa consigna se eligió para conmemorar el 14 de marzo al Día Mundial de la Endometriosis 2023, instaurado para tener un contexto para concientizar la existencia e impacto de una patología que sufren muchas féminas, muchas también sin saberlo. El mensaje busca interpelar el por qué se tolera y normaliza el dolor, cuando este cumple la función fisiológica que alarma e indica que algo no está bien en el cuerpo.
Y es que el dolor menstrual es uno de los principales síntomas y señales de la endometriosis, advierte el doctor Igor Silva, médico ginecólogo obstetra formado en la Universidad de Concepción (UdeC) y especialista en Clínica Biobío, como también que ha estado invisibilizada por la naturalización del dolor, que la rodea el desconocimiento y también un alto subdiagnóstico.
Es una realidad nacional e internacional que muchas no sepan que la padecen y por eso sufren al menstruar, haciendo necesaria la efeméride para hablar de esa endometriosis que la Organización Mundial de la Salud estima que afecta a 1 cada 10 las niñas y mujeres (10%) en edad reproductiva, es decir, desde la primera menstruación a la última (menarquia y menopausia, respectivamente).
Un anormal tejido Así que, si se trata de hablar, hay que empezar por lo básico.
El endometrio es el tejido que reviste al útero y cumple funciones cruciales en la reproducción y gestación.
Este se forma durante el ciclo menstrual que dura cerca de 28 días y cuan do no hay embarazo se desintegra, causando el sangrado.
‘La endometriosis es una enfermedad que ocurre cuando el tejido endometrial se ubica fuera de la cavidad uterina’, precisa Silva.
Con esta presencia anómala se refiere a distintas partes de la anatomía femenina: ‘Lo más habitual es en la pelvis: trompas uterinas, ligamentos que sostienen el útero, vejiga y recto.
Excepcionalmente, existe la posibilidad de que la endometriosis esté en lugares fuera de la pelvis como ombligo e incluso los pulmones’.
En efecto, la endometriosis provoca una reacción inflamatoria mayor, más allá del el útero, inflama las distintas zonas en que se aloja. Ahí la presencia de dolor tan generalizado como intenso, en que el especialista sostiene que ‘el síntoma más frecuente es la dismenorrea o dolor durante la regla que puede ser leve, moderado o severo’.
En la escala del dolor, plantea que el leve es el ‘normal’ al menstruar, que no provoca inconvenientes para realizar actividades diarias. En el siguiente nivel están quienes sí necesitan medicarse con un analgésico para poder funcionar bien en el día a día y lo logran. ‘La dismenorrea severa es la mujer que, lamentablemente, una vez al mes queda incapacitada para hacer sus actividades diarias como ir al colegio, universidad o trabajo’, advierte.
Silva comenta que según el sitio que afecte la enfermedad se presentan otros dolores como de tipo urinarios, al defecar, durante o después de las relaciones sexuales (dispareunia), o dolor pélvico crónico.
Náuseas, cansancio y fatiga también pueden estar presentes en la afección ginecológica. Además, se ha relacionado con problemas a nivel del estado de ánimo y perjuicios en la salud mental. Y en algunas mujeres también se asocia con infertilidad.
Una variedad de síntomas que se pueden concebir como efectos y consecuencias que tiene la compleja endometriosis para alertar de su presencia y encauzar mejor los esfuerzos para su diagnóstico.
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